La neurodidáctica aplica conocimientos del cerebro para mejorar la enseñanza, destacando la plasticidad cerebral, el rol de las emociones, el aprendizaje social y el valor de metodologías activas. Promueve estrategias basadas en experiencias, juego, hábitos saludables y educación emocional, adaptadas al aprendizaje natural de cada estudiante para lograr una enseñanza significativa.