La tecnología para el aprendizaje y la comunicación, se basa en el uso estratégico de la tecnología en el ámbito educativo, enfocándose en una comprensión precisa del procesamiento neuronal. Esta disciplina representa una nueva ciencia del aprendizaje, sustentada en el conocimiento del funcionamiento del cerebro humano y en las metodologías aplicadas para integrar la tecnología en el aula. Es un enfoque que prioriza el “cómo” aprendemos, más que el “qué”.